Cuando Jean Carlos llega junto a su hijo Jay S se percibe una complicidad única. Basta con una mirada o un gesto para que los dos sintonicen en la misma frecuencia. Hay amor, pero también se puede palpar el respeto. Días atrás Jean Carlos lanzó una nueva versión del tema Tita en el que su hijo participa por primera vez rapeando, pero está unión no es nueva, ni casual. "Lo de Jay no nace de hoy, él viene hace varios años trabajando en las producciones de mis discos, en la dirección de coros y con algunas canciones que ha compuesto", cuenta Jean Carlos.
Con 23 años, Jay está iniciando formalmente su carrera, aunque la música apareció bastante atrás en el tiempo. “A él la nació a los 12 años, porque antes su voz no era la misma”, dice Jean, mientras Jay S lo interrumpe: “Cantaba feo (ríe), siempre lo digo, desafinaba y no enganchaba una nota”.
Además del cambio de voz, tuvieron que alinearse otras cuestiones para que finalmente Jay se decida. “No quería cantar por muchos factores. Lo veía a mi papá que viajaba todo el tiempo y yo decía que no quería ese tipo de vida, pensaba que no quería eso para mis hijos. Como yo lo sufría no quería saber nada”, explica Jay, quien como todo hijo adolescente que quiere tomar distancia inició el camino lejos del género de su padre. “Como sentía que cantaba mal empecé a escuchar mucha música, me empapé. Michael Jackson, Prince, James Brown, empecé a oír sus voces y sus melodías. Luego, cuando en la adolescencia me cambió la voz me di cuenta que podía. Ahí mi papá me invitó a grabar unos coros y desde ahí arranqué a trabajar con él”, cuenta.
El comienzo fue con clásicos, pero luego el abanico se amplió. “A pesar de escuchar mucha música de afuera, me gustaba todo. Escuchaba desde Axel a reguetón, luego me enganché con el rap y más tarde con el funk”, explica Jay S.
-Jean, cuando veías que le gustaban otros géneros, ¿qué pensabas?
-Yo lo dejaba crecer, que experimente sus gustos. Él no quería saber nada con lo mío y uno entendía el por qué. Era su sentir. También lo afectaba mucho el tema de perder la privacidad, de no poder ir a una plaza, por ejemplo. Pero es lo que elegimos, no hay por qué quejarse, cuando uno elige la carrera de artista popular no podés quejarte de que te saluden o quieran una foto. Si elegiste lo popular, hay que defenderlo a muerte.
-Jay, ¿qué admirabás de tu viejo?
-De chico lo veía en mi casa como alguien normal, y cuando lo veía arriba del escenario parecía otra persona. El escenario es mágico. En lo musical admiro esa fusión que ha logrado. La mezcla del merengue con cuarteto marcó un estilo, algo muy difícil de hacer. Cuando marcás un estilo te convertís en referente. El día de mañana sueño con crear mi propio estilo.
-¿Qué ves en tu hijo artísticamente?
-Tiene mucho talento. Tiene un registro en que puede mostrar sus sentimientos, puede interpretar una balada o un rap. Hoy está incursionando en el trap, un género en el que, sin ofender, la mayoría no son grandes cantantes, y él tiene una afinación distinta. Porque se curtió oyendo de pop a funk.
-En lo musical, ¿qué consejos le diste como padre?
-Una de las primeras cosas que le dije fue que estudie inglés para poder cantar en ambos idiomas, por suerte me dio bola en eso. Que estudie canto, que se prepare, que no sea uno más. Que cuando tenga algo para decir o cantar lo haga con la certera convicción de lo que está diciendo. Porque el talento sin esfuerzo, no va.
-En lo más formal de la carrera, ¿lo aconsejás?
-Hoy ha cambiado mucho la cuestión discográfica. Antes se hacían discos, hoy es por track. Creo que es más fácil promocionarse para los artistas. Creo que meterme mucho no lo ayudaría, el chip de los chicos de hoy es distinto. Hay que respetar sus ideas, hay que dejarlos volar.

-Jay, seguramente aparecerán las voces que dirán que estás ahí porque sos “hijo de”. ¿Cómo te prepararas para eso?
-Estoy preparado para eso desde el principio de mi vida. Es algo obvio que pase. Pero pienso en Julio Iglesias, por ejemplo, uno de los mejores cantantes en su momento. Y luego llegó Enrique, que no lo superó a su papá, pero hizo algo totalmente diferente, y es súper respetado. Eso quiero logra el día de mañana, que Dios me lleve por ese lado. Sé que a mi viejo no lo voy a superar pero quiero hacer lo mío. Igual, siempre es bueno tener un poco de oposición, cuando no aparece es porque algo no estás haciendo bien.
-¿Qué heredaste de Jean Carlos?
-Justamente la exigencia en el trabajo. Eso de actualizarse constantemente, renovar la mente. Si no lo hacés te quedas atrás. Renovarse es aprender a aceptar la visión de los demás. Eso es parte de su humildad también, el saber escuchar, eso enriquece.
-Y vos Jean, ¿qué aprendiste de tu hijo?
-Jay se está desarrollando como artista, pero aprendo, él me actualiza. Me hace descubrir sonidos, y eso es bueno. En mi caso que siempre me he servido de la fusión no es fácil estar siempre con cosas nuevas.
-¿Cómo fue la creación del tema “Tita”?
-Jean Carlos: Tiene varias fusiones y trabajamos con varios arregladores para darle ese toque distinto que buscábamos. El tema no sale de mi estilo, pero tiene valores agregados. La idea fue llevarlo hacia lo urbano, y ahí fue que le hablé a Jay S para que el ponga el rap a un tema que ya había grabado pero que pensaba que daba para mucho más. Es un tema donde el contenido es la rítmica, que no tiene gran letra, pero que busca hacer bailar a la gente. No es que no tengamos canciones con letras, las tenemos y las vamos a lanzar luego, pero quería un tema bien arriba.
-¿Salió todo redondo el encuentro? ¿O hubo que defender ideas fervientemente?
-Jean Carlos: fue todo muy rápido en lo musical. En algún momento tuvimos que ponernos de acuerdo con algunas cosas que no me conformaban pero Jay también creía que había que rehacerlas. Lo que demoró más fue el video, fueron como ocho meses porque no estábamos contentos con alguna toma de exteriores y decidimos regrabarla. Yo soy tan exigente que hoy lo veo y pienso en algunas cosas que faltaron.
-¿Cómo sigue tu carrera Jay?
-Estoy preparando tres canciones para sacar un EP. Va a tener la colaboración de distintos artista locales que ya tienen su camino en el género urbano. Mi idea es empezar a hacer ruido y que la gente conozca bien lo que hago. Son composiciones mías, soy autor de mis canciones.
-Jean, ¿cómo sigue la tuya?
-Soñando, cuando se termina el sueño se terminan las utopías. Siempre, con cualquier edad que tengas hay que ir detrás de las utopías. Porque sin ellas no hay diseño hacia el futuro, no podemos llegar a ciertas metas.