En la madrugada del primer día de mayo, Carlos “La Mona” Jiménez volvió a presentarse en un show vía streaming transmitido en vivo y en directo para todo el mundo. Según los organizadores, más de 150 mil personas se sumaron a la propuesta virtual.
Pese a la demora en el arranque del show, que estaba previsto para las 23.30 y comenzó prácticamente una hora después, la producción logró superar algunos escollos técnicos surgidos en la primera parte, donde muchos usuarios sufrieron cortes.
Una vez normalizada la transmisión, la presentación de Jiménez sirvió como punto de encuentro para fanáticos de todas partes, muchos de ellos residentes en el exterior. Videos de cordobeses en Estados Unidos o Israel, por citar solo unos ejemplos, dieron cuenta del alcance mundial logrado por “el mandamás”.
Visiblemente entusiasmado, un Jiménez movedizo se ubicó en el centro de un escenario circular. En un círculo grande, su banda se ubicó en línea con la pared de pantallas de espaldas a los músicos y marcó los límites de la puesta en escena. Más adentro, otro círculo más pequeño reservado para el traslado de una cámara que captó los primeros planos del cantante.
Este diseño potenció el aspecto visual del show, que tuvo diferentes intervenciones según cada una de las canciones pero no logró distraer la atención más allá del principal protagonista de la noche.
Aunque no tuvo presencia física de público, el concierto del cuartetero y su banda tuvo el ritmo de una madrugada de viernes y víspera del Día del Trabajador. Como no podía ser de otra manera, el repertorio se abasteció de viejos y nuevos hits y la fiesta virtual se garantizó desde el principio en una suerte de selección de lujo para todos los gustos.
Sonaron, entre muchos otros, Terry, El león, Por portación de rostro, La vi, Telegrama de despido, Despierta corazón o Te aprendí a amar. También varios clásicos enganchados como El federal, Quién se ha tomado todo el vino, El marginal o Adrenalina.
Antes, hubo un segmento especialmente dedicado para Esilda Rufino Santillán, fallecida el 21 de marzo. “Una de tus canciones favoritas. Para vos, mami”, dijo el cantante antes de interpretar Oh mami y Mi querida ma.
A su vez, el show tuvo como condimento particular la participación del público a través de salas de Zoom previamente organizadas. Allí los fanáticos pudieron mostrar el otro lado de la cadena y su presencia se hizo sentir en las pantallas.
En ese aspecto se produjo uno de los bloopers de la jornada: las cámaras espejadas confundieron al cantante, quien creyó que la mayoría de los carteles que mostraban los fans estaban “dados vuelta” y pidió reiteradas veces que lo ayudaran a leer los mensajes.
Otro aditivo especial fue el sorteo de un millón de pesos, que se repartió entre 10 ganadores. El anuncio de cada vencedor sirvió como pequeño momento de descanso para el cantante, quien sostuvo su estado físico pero se amparó en su banda todo lo necesario para para renovar el aire y lucir sucesivos cambios de ropa.
Aunque sus achaques son evidentes, la entrega de Jiménez no deja de ser admirable. Se sienta, lee todas las letras y no tiene segmentos con varias canciones seguidas, pero el cuartetero sigue guardándose algunos trucos para darle a su público un par de momentos de éxtasis, como cuando baila al ritmo improvisado de las congas y la tambora.
Tras más de dos horas de transmisión, el show llegó a su fin y dejó la incógnita de cuál será la próxima aparición pública de “La Mona”. Lo que está claro es que, pese a todo, hay cuarteto para rato. Al menos por streaming, el cordobés más famoso seguirá dejando su huella.
“Feliz día del trabajador, que la pasen muy bien este sábado. No se me chupen”, fueron las últimas palabras antes del cierre.
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