Lee “Scratch” Perry, uno de los artistas más creativos y revolucionarios del reggae, ha fallecido en el hospital Noel Holmes de Lucea, Jamaica, donde se encontraba internado desde hace unos días.
La noticia la ofreció el Jamaica Observer, que tomó contacto con fuentes cercanas al excéntrico músico y productor.
Tenía 85 años.
Perry trastocó la música popular desde los años ‘50 a partir de la experimentación permanente.
Se convirtió en una leyenda por lo influyentes que resultaron sus enfoques desafiantes, algo que los cordobeses pudimos contrastar en dos visitas: mayo de 2011 (Captain Blue) y octubre de 2015 (Casa Babylon).
Lee fue creador del dub, aunque también fue clave en el desarrollo del reggae, un faro para el estallido punk y un insoslayable a la hora de pensar el hip hop y la electrónica.
El dub fue su máxima contribución. Junto a King Tubby crearon este ritmo hipnótico en el que el bajo y la batería tienen todo el protagonismo. Esos instrumentos fueron potenciados por los efectos que Perry usó con inventiva.
Imposible pensar al trip hop, al drum n’ bass y al dubstep, por citar tres estilos más contemporáneos, sin que concurra a la mente la imagen de Perry.
Perry fue una pieza clave en el desarrollo del ritmo más popular de Jamaica, el reggae. En su estudio Black Ark produjo a (casi) todos los artistas de la isla. Antes, le había cambiado la cara y el sonido a The Wailers. Fue el padre artístico de Bob Marley, de hecho.
Y en lo que respecta al punk, creó el concepto punkyreggae que luego explotó en The Clash, banda británica que en su disco debut grabó Police and Thieves, himno que compuso junto a Junior Murvin.
Perry también filtró su influencia en el hip hop, porque si bien los soundsystems ya existían antes de sus aportes, él fue uno de los que más trabajó para perfeccionar el modelo de un cantante sobre pistas y, sobre todo, la sonoridad de las bases. Artistas como Beastie Boys o Public Enemy lo idolatraban. Con los primeros grabó en Hello Nasty! (1998), en un tema que fue un homenaje en vida: Dr. Lee PhD.
Párrafo aparte merece la asociación de Lee Perry con la electrónica, por cuanto fue uno de los pioneros en crear estructuras rítmicas a partir de otras grabaciones. Saber dónde y qué cortar y dónde y cómo pegar. El tema Cow Thief Skank contiene lo que más tarde se llamaría “sampling”. Fue el primer dee jay tal como los conocemos a los dee jays hoy. Sólo que él se desenvolvió con tecnología más rudimentaria.
Antes de toda esta sucesión decisiva, Lee había armado un estudio de grabación en el patio de su casa, que se convirtió en la usina musical más grande de Jamaica. Pero algunos años más tarde lo prendió fuego, sólo para demostrar que él era “más importante que su música”.
“Antes que nada, debo decirle gracias al Todopoderoso”, contestó Perry en entrevista con VOS en 2015, en la antesala de su segunda visita y en relación a cómo se encontraba con 80 años por cumplir.
“Tengo una vida plena. Hice tantas cosas, que tener salud y seguir vigente a mi edad, y poder seguir girando y obtener el reconocimiento de la gente, es una bendición. Cuando no estoy de gira, estoy más cuidado”, amplió luego.
“El pescado es mi comida favorita y tomo jugos naturales y mucha agua. A veces tomo un poco de champagne en ocasiones especiales, fumo un poco también. Mis shows son ocasiones especiales”, añadió en aquella charla que se publicó con el título “Tienen razón en pensar que estoy loco”.
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