Pearl Jam han recordado en un emotivo comunicado a los nueve fans que murieron aplastados durante su concierto del 30 de junio del 2000, ofrecido en el festival danés de Roskilde, uno de los más emblemáticos de Europa.
La banda no se enteró de lo acontecido hasta que fue demasiado tarde y, en homenaje, escribieron la canción Love boat captain. Además, durante una larga temporada se negaron a volver a tocar en festivales.
El guitarrista Stone Gossard, en nombre todo el grupo, ha publicado en las redes sociales un comunicado con motivo del 20º aniversario de esta tragedia, que sigue atormentando a Pearl Jam. “20 años desde aquel día. Un día normal de festival... Llegar cinco horas antes. Esperar tu turno. Apenas lo recuerdo... Soleado, creo. Lou Reed tocó, creo. Luego lluvia y viento. Pero nada ha sido igual desde entonces”, empieza el texto.
“Pero nada ha sido igual desde entonces”, prosigue Gossard, quien asegura que aquello “cambió para siempre a todos los involucrados”, al tiempo que recuerda a los nueve fallecidos y a sus familias, así como a todos los que intentaron hacer algo por ayudarles.
“20 años después nuestra banda tiene 11 niños más. Nuestra comprensión de la gravedad y la pérdida que sienten los padres de esos niños ha crecido exponencialmente, magnificada a medida que imaginamos a nuestros propios hijos muriendo en circunstancias como Roskilde 2000. Es impensable, pero ahí está. Nuestra peor pesadilla”, redondea con retórica conmovida.
Asegura Gossard que todos los días sus corazones siguen doliendo y sus estómagos se revuelven al recordar a aquellos “jóvenes muriendo” y pensando que podría “haber sido diferente”.
Dolor e impotencia tras el fallecimiento de los nueve espectadores en el festival danés de Roskilde. (AP)
“Y nuestro dolor es una milésima parte del de las familias, las mamás y los papás, hermanas y hermanos, mejores amigos. Nuestro más sentido pésame y disculpas a las familias que perdieron a sus hijos ese día”, remarca.
“Hemos conocido a algunas de las familias a lo largo de los años. Con algunos, hemos forjado fuertes amistades, compartiendo y apoyándonos mutuamente. A algunos no los conocemos”, señala Gossard.
“Estamos siempre a la sombra de su dolor y pérdida y aceptamos esa sombra y estamos siempre agradecidos de compartir ese espacio sagrado. El espacio creado por la ausencia de esos nueve jóvenes”, cierra.