Los productores de espectáculos vuelven a bajar la cabeza con resignación, asumen que este nuevo confinamiento es un “palazo para la industria”, pero comprenden la gravedad de la crisis sanitaria.
Esa podría ser una radiografía del sector, más allá de enojos y subidas de tono puntuales (como tuvo en Twitter Flavio Mendoza, por ejemplo, llamando a “no pagar los impuestos hasta que se pueda trabajar”).
Miguel Pardo, el productor del bailarín, fue bastante más cauteloso en sus palabras, admitiendo por supuesto lo difícil de la situación que vuelven a enfrentar.
“Tuvimos una apertura muy prolija en protocolos en el verano y Semana Santa. Le habíamos encontrado la vuelta a cómo poder producir espectáculos seguros, pero tampoco escapamos a la realidad de lo que está sucediendo a nivel sanitario”, admitió el empresario en diálogo con La Voz.
“Por más que las medidas de confinamiento nos afecten económicamente, nos parece que las restricciones están bien tomadas desde el punto de vista que tienen que bajar los contagios y las muertes. Si antes se tomaron otras medidas que fueron apresuradas, eso ya es ver el partido con el diario del lunes, pero necesitamos frenar esto como sea y a la vez que la gente deje de fundirse. Y las dos cosas juntas no se pueden hacer, es estar entre la espada y la pared”, interpretó Pardo.
El empresario, que tiene varios teatros y locales de entretenimiento y gastronómicos principalmente en Carlos Paz, dice que el sector estaba transitando un “estado de reactivación intermedio”. “Esto se da después de un verano que si bien fue bueno en concurrencia, fue al 50 por ciento, con lo cual no hubo ningún tipo de rentabilidad, de hecho hubo un poco de pérdida”, aclara Pardo.
Actualmente estaban haciendo una gira con un show de Flavio Mendoza por el Norte del país, que debió ser interrumpida. Y también tenían varios espectáculos programados para el teatro Luxor, su nave insignia de Carlos Paz, cómo Ángela Leiva que iba a actuar esta noche.
Ahora la tarea se centra en las reprogramaciones, algo nada sencillo porque no dependen solo de cambiar una fecha unilateralmente, sino de varios factores que van desde las agendas de los artistas hasta el ánimo y la economía del público. “Igual no vamos a bajar los brazos, pensando en nuevas logísticas para cuando todo se active al aforo que nos permitan”.
Desazón en Quality
En Espacio Quality, el ánimo está por el piso por el nuevo parate. “Es una incertidumbre absoluta. Teníamos un montón de shows en desarrollo en materia de producción, con otros shows reprogramados que tienen que volver a reprogramarse, sumado a no saber cuándo vamos a poder estipular nuevas fechas. Esto cambia todo de un día para el otro y por más que vos pongas una fecha lejana en el calendario, si el día anterior cierran, la tenés que cancelar. Es un palazo para la industria”, afirman tajantes desde la producción de un lugar que había vuelto a funcionar bien apalancado con su formato outdoor que garantizaba excelente ventilación y a la vez siendo bajo techo.
¿Qué pensar hacia adelante como productores, con tanta incertidumbre? Pardo ensaya una respuesta apoyada más que todo en las ganas: “Primero, salgamos de esta pesadilla que es esta pandemia y combatámosla como sea que haya que hacerlo, en el uno a uno, que cada uno tome las precauciones para poder salir de este feo sueño. Nosotros en el espectáculo es muy difícil porque vendemos entretenimiento que se desarrolla arriba de un escenario y con gente sentada en una butaca viendo el show en vivo, que es muy difícil de reemplazar. Por eso somos el rubro más castigado, pero por eso tenemos que combatir la pandemia y los problemas económicos que tiene la gente, con imaginación, nuevas ideas, respeto y responsabilidad social y apoyándonos entre todos”.
