Por primera vez, en un sábado que quedará en la historia de la comunidad freestyler local y nacional, la Red Bull Batalla se definió en Córdoba y el título de campeón fue para Jesse Pungaz.
Ante aproximadamente 6 mil personas que comenzaron a llegar al Quality Arena desde poco después del mediodía, el bonaerense se consagró entre 16 participantes que mostraron el gran nivel que tiene la escena argentina en la actualidad y el momento de recambio que atraviesa.
El oriundo de Miramar fue el primero en salir a escena y el último en quedar en pie junto a Larrix, quien con Alcoy completó el podio de los improvisadores más afilados y originales de la tarde. Junto a ellos, el semifinalista restante fue Nasir Catriel y cierra el cuarteto de nombres que ya tienen su lugar asegurado en la final del año que viene.
Con este resultado, además, Jesse Pungaz será quien acompañe a Mecha como representante argentino de la Red Bull Internacional de haba hispana que tendrá lugar el próximo 2 de diciembre en Bogotá, Colombia.
Calor en todo sentido
En una tarde que anticipó la pronta llegada del verano, Quality Arena se convirtió en un hervidero de pasión por parte de un público que estuvo a la altura de su habitual efervescencia. A pesar del calor arriba y abajo del escenario, la energía menguó sólo un poco durante los intervalos que incluyeron demostraciones de baile y exhibición de rap improvisado. En cada una de las rondas de batallas, el cariño y el color se hicieron sentir.
Con agites para la Only Bars (competencia local que clasificó a G5 como último finalista de Red Bull en agosto) y para cada uno de los participantes cordobeses (además de Larrix, Barto y Mono Strong), la llama cordobesa estuvo encendida desde el emparejamiento de cruces previo al comienzo de la final.
Instantes después de las 17, la transmisión comenzó y el show no dio respiro. Los octavos de final pasaron como una ráfaga por su formato ágil (60 segundos libres por MC, en dos rondas, más réplica de tres intervenciones intercaladas en caso de empate) y comenzaron a delinear a los principales candidatos.
Jesse Pungaz fue contundente de entrada y dejó en el camino a Klan en forma categórica. A su turno, Barto se impuso a G5 en una batalla más pareja, que necesitó de réplica. Lo mismo sucedió con Nasir Catriel y Vid Urbana: el rosarino le ganó a la mendocina tras un reñido tercer round y clasificó a cuartos. Otro encuentro fulminante de octavos fue el de Parker y Mono Strong, que pelearon mano a mano con sus flows heterodoxos y protagonizaron uno de los mejores duelos de la primera ronda.
En la segunda parte del cuadro, el irreverente CTZ le ganó sin dudas a UNK antes de que Larrix, con discusión en torno a próceres argentinos incluida, batiera por un “pelín” a Pelin APC. En tanto, Exe remató a Wolf imponiendo impronta generacional y Alcoy también estuvo entre los más ovacionados por la tribuna al vencer a Jaff.
Ese sería un anticipo de lo que sucedería en cuartos, donde el salteño hizo tronar a la multitud al vencer a Exe y generó el clímax de esa segunda tanda de batallas. Con rondas de intervenciones intercaladas (4x4 con temática y 8x8 libre) como formato, Jesse Pungaz sorteó el difícil escollo que representaba Barto, apoyado especialmente por el público en condición de local. A su vez, Nasir Catriel frenó las intenciones de Parker y Larrix mostró sus dotes teatrales y poéticos al superar a CTZ, otro que evidenció de entrada sus ganas de hacer ruido.
Luego de un cypher de lujo con Mecha, Naista, Cold y Keidi, llegaron las semifinales con dos rondas de ida y vuelta por 12 y con elección de género en el beat como condimento extra. Pungaz se impuso a Catriel con tango y mariachi y consolidó su creciente favoritismo. Y Larrix dejó su huella al elegir cuarteto y bailar con la rima y con el cuerpo ante un desconcertado Alcoy. El salteño, que eligió drill, peleó su lugar en la final pero se encontró con la mejor versión del cordobés.
Así, Larrix y Jesse Pungaz llegaron a la final siendo los dos mejores competidores de la tarde y reeditando la definición por el tercer y cuarto puesto del año pasado (en esta edición directamente no hubo). El cierre, con una ronda de intervenciones 4x4 y dos más de 60 segundos por rapero, estuvo a la altura de las circunstancias. “¡Qué batallón que hicimos!”, le dijo el bonaerense al cordobés tras un contrapunto feroz entre ambos. Finalmente, el jurado integrado por Dtoke, Dani Ribba y Stuart no dudó y consagró a Jesse Pungaz como merecido campeón.
“Ahora creo que se puede”, dijo el ganador con la emoción apoderándose de su rostro. Sin todavía poder dimensionar el logro conseguido, el rapero de 26 años terminó en el piso, debajo de una montaña humana de compañeros y amigos que celebró su consagración. El de Miramar sacó a relucir estilo y actitud y citó a su querido Boca Juniors en su último turno. Comparándose con el técnico Jorge Almirón, auguró que en su primera final se iba a llevar el título de campeón. Y vaya si cumplió con creces.
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