A modo de atropellada, la semana pasada se confirmaron varios shows internacionales en Buenos Aires. Metallica y el Lollapalooza Argentina eran esperados porque son los que quedaron en suspenso por la pandemia, y entraron en carácter de nueva reprogramación y rediseño (con nueva programación), respectivamente.
Al mismo tiempo, el colombiano Camilo sumaba fechas en el Luna Park con la naturalidad con la que cualquiera se hace un plato de fideos. Al momento llegó a cuatro funciones en el tradicional coloso porteño.
Se reactivó la industria del entretenimiento musical en vivo, claramente, aunque con Buenos Aires como epicentro.
¿Y Córdoba?
Por el momento, el único concierto de estatus internacional programado en el mediano plazo es el de José Luis Perales en Plaza de la Música, el 5 de marzo de 2022.
La presentación del baladista español como única para tildar en el calendario dejó seteados dos razonamientos. El primero: en nuestra plaza sólo funcionan las figuras iberoamericanas, sobre todo aquellas enfocadas en lo romántico.
El segundo: por cuestiones económicas de política cambiaria ya no tendremos la fluidez de un pasado reciente en el que vimos varias veces a peces gordos latinos (Luis Miguel, Ricky Martin, Ricardo Montaner) y por única vez a gigantes del rock que jamás pensamos ver en vivo (Bob Dylan, Black Sabbath, Queen, Paul McCartney, Guns N’ Roses, Arctic Monkeys, Morrissey y Noel Gallagher, entre otros tantos).
Pero una indagación por productores locales hace presumir que no es así, que 2022 llegará con agenda internacional cargada. “Los artistas internacionales van a venir”, asegura José Palazzo, de En Vivo.
“El principal problema son los venues. Muchos de los artistas no resisten capacidades como Plaza de la Música o Quality sino que requieren lugar con más capacidad. Los artistas que gocen de tiempo para hacer dos funciones, serán programados. El resto hay que ver dónde se hace”, añade el fundador de Cosquín Rock.
“Los internacionales vuelven”, confirma a su turno Ricardo Taier, de Quality Espacio.
“Tengo algunos pedidos con fechas concretas y otros están pronto a definirse. La realidad es que la necesidad del consumo de artistas internacionales no ha mermado. El público está intacto”, suma el empresario. E inmediatamente ilustra todo con una experiencia reciente: la de Mau y Ricky.
“Antes de ese concierto, la duda era si el público estaría dispuesto a pagar lo que íbamos a cobrar –confiesa Taier–. Porque por más que los hayamos sentido cercanos por su experiencia en La Voz Argentina, los hijos de Montaner son internacionales”.
“Y cuando nos tocó poner los valores de los tickets, tuvimos un poco de temor, pero la gente los aceptó. Los internacionales volverán, la cuestión cambiaria hará todo más difícil, pero no será limitante”, complementa.
“El año que viene vendrán al país muchísimos números internacionales. Sobre todo, bajarán en el segundo semestre. Habrá que ver cuáles podrán programarse en Córdoba por una cuestión de espacios”, acota la también productora Pía Arrigoni.
José Palazzo retoma el “grave problema” de los recintos para decir que, además de Perales, la Plaza de la Música tendrá cuatro o cinco shows con doble función. “Eso hace que el negocio sea menos rentable. Y por otro lado están las agencias que optan por canchas de fútbol para sus artistas. Instituto es una alternativa, pero hay que ver”, señala.
Consultados sobre cómo afecta la cuestión cambiaria, Taier y Palazzo coinciden en que tanto la gente como ellos siempre se acomodaron.
“Hemos pasado por diferentes momentos con respecto a la cotización de la moneda extranjera y la gente siempre se acomodó”, refuerza Taier.
“Hay artistas que acomodarán su caché… Y otros dirán ‘tengo pensado ir a la Argentina, pero si no me podés pagar lo que cobro, sigo para otro lado’. Dudo que pase esto último, porque la situación pandémica afectó a todo el mundo, quebró economías en todo el mundo. Siento que los artistas están dispuestos a acomodar sus valores. En general, necesitan girar”, redondea.
“No será inalcanzable –se planta el referente de Quality Espacio–. Si bien este negocio no es fácil, tampoco es tan lineal. Incluso habrá concentración como sucede ahora con los nacionales, que tenemos un volumen de shows impensado. Todo es producto de una pandemia”.
Al retomar la cuestión cambiaria, Palazzo apunta que el tipo de cambio que se utiliza en el entretenimiento musical es el oficial, y que a éste se le agrega el withholding tax, que aplica retenciones a cuenta de impuestos sobre los intereses devengados por la tesorería de las empresas en sus diferentes cuentas bancarias en el ámbito internacional.
“Ronda el 30 por ciento”, indica.
Y por último sentencia: “Girar al exterior es complejo. Para Cosquín Rock, en el que programamos algunos artistas latinos y otros europeos, tuvimos que girar con mucha antelación porque Comercio Exterior se toma su tiempo en habilitarnos los pagos”.
La electrónica
BNP, una de las productoras de música electrónica más activas del país, también presagia un 2022 de agenda internacional cargada. De hecho, ya comenzó a moverla hacia fines de 2021, con la confirmación del Maceo Plex para el próximo 4 de diciembre, en Forja. Será el único show en el país del dee jay y productor cubanoamericano.
“Ya programamos a Maceo Plex y para el año que viene ya nos aseguramos a Jan Blomqvist… Y así será de ahora en más. Sí, en 2022 programaremos un gran número de artistas internacionales”, se entusiasma Héctor “Tori” Baistrocchi, uno de los referentes de BNP.
De todos modos, baja un cambio en relación a sus pares con respecto a que los artistas se adaptarán a una nueva realidad. “En lo que refiere a la economía, nuestros artistas siguen teniendo los cachés altos; y resultan mucho más altos en este momento económico del país, en el que el dólar sigue subiendo y es cada vez más difícil transferir al exterior. Eso hace más compleja a nuestra escena”, sentencia.
En lo que sí está alineado Baistrocchi en relación al resto es en el ítem reacomodamiento natural del público a los precios de los tickets. “Eso ha abierto el panorama en un contexto muy difícil por el horario (nuestros shows deben terminar a las 3 de la mañana) y por la cuestión del aforo. Ahora estamos trabajando al 70 por ciento y es todo más viable”, cierra.
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