–¿Cómo explicás esta explosión repentina que ha tenido el trap en Argentina?
–Es lo que se preguntan todos. No creo que haya una sola respuesta. El trap apareció como una forma de expresión nueva, muy fresca, y llevada a cabo por gente muy joven. Es un género que cultivan artistas que tienen entre 20 y 30 años, con todo lo que eso implica, desde la música y las letras. Y en el público pasa lo mismo: es gente muy fresca, muy actual, muy de redes sociales.
–No es casual que te hayan convocado para actuar en el Festival Mundial del Humor y el Choripán. ¿Cómo tomaste la invitación?
–No sé cómo va a pegar esta propuesta entre medio del humor y la gastronomía, pero ya era necesario que pasara algo así. Al estar tan vigente y tan activo el trap, hacía falta. El otro día entré al (súper) chino y estaba sonando trap. Estamos en el 2018, hay un festival grande y hay que programar lo que está sonando. ¿Y qué está sonando? Trap. Es actualidad.
–De todas maneras, tus canciones son variadas, no hacés un único estilo. ¿Cómo trabajás los temas?
–Yo valoro mucho la individualidad en esto. No hay un referente al que todos quieran parecerse. Destaco eso, cada artista dice "yo soy trap y hago esto". Eso genera un abanico de propuestas inmenso, porque también se crea todos los días. Tiraste un tema el mes pasado, perfecto. ¿Y ahora? ¿Qué me querés contar? No podés dejar de estar, de hacer y subir canciones, hay que estar actualizado.
–En lo musical, hay otras influencias más allá de las bases clásicas.
–Nosotros estamos muy influenciados de otras músicas. Jaypee (su productor) es fanático del funk, le agrega efectos a las bases, y por eso salen salí. Estamos muy influenciados por la música negra, venimos del hip hop. Hace más de 10 años que nos dedicamos a esto. Por otra parte, los españoles que venían del rap se volcaron al trap, al igual que los centroamericanos, como Maluma o J Balvin, entonces vas a encontrar muchos estilos y muchos tipos de letras.
–Ya que lo nombrás, teloneaste hace poco a Maluma. ¿Cómo se dio esa posibilidad?
–Estuvo buenísimo. Por suerte, en algunas personas empieza a sonar nuestro nombre. Nos llamó un productor de Buenos Aires para saber si estábamos interesados en telonearlo, y dijimos que sí. Esa productora trabaja también con Residente, J Balvin y Bad Bunny. Se dio de forma natural, lanzamos nuestra música a la web y después empiezan a pasar cosas. Antes nos escuchaban nuestros 20 amigos, ahora también pega en gente de otros países.
–¿Por qué creés que funcionó tan bien el video de "El impacto"?
–Creo que es porque es controversial desde lo estético. La idea fue no salir rapeando frente cámara, como se suele hacer. Pensamos en un giro, y se nos ocurrió que lo cantara alguien que no fuera yo. Que fuera una mujer. Te llama la atención, más si dice "trap". Lo pensamos mucho en función de la red, aunque no nos volvemos locos analizando qué gusta y qué no. Esta vez, lo usamos a nuestro favor. Vicky (la protagonista del clip) es actriz y se copó con la idea. Ella escucha trap y se prendió… Bah, hoy todos lo escuchan, hasta mi vieja escucha trap.
–Las letras de este género son motivo de discusión permanente. ¿Decís todo lo que tenés ganas o te cuidás?
–Al momento de escribir, trato de ser yo. Soy ubicado, aunque por ahí me gusta tirar la bronca. Pero hay contextos que hay que cuidarse, sin dejar de ser uno. En todo caso, es un yo más dulce, digamos. Cuando tenés más llegada y te escuchan más personas, hay más responsabilidad, no se pueden hablar giladas. Prefiero tirar buena onda, mensajes de superación.
