El marginal sorprende por la crudeza de muchas de sus escenas, en ese ámbito carcelario tan bien recreado desde la producción, atendiendo a los mínimos detalles artísticos y funcionales a una narración que no da respiro.
“Lo verosímil, lo creíble, es el parámetro para considerar una ficción que entra en el terreno de los conflictos sociales. Poner la cámara y crear la ilusión de estar filmando puertas adentro de una cárcel es un gancho narrativo que da buen resultado”, escribió la periodista Beatriz Molinari sobre un desarrollo común a muchas series argentinas que se ocupan de mostrar escenas de marginalidad.
Alejandro Ciancio, director de El marginal, dijo que antes de la primera temporada visitaron alguna que otra cárcel y hablaron con abogados penalistas, defensores e incluso algunos expresos, pero fue claro con que todo en la serie “es más producto de la imaginación que de la búsqueda de referencias reales”.
¿Al dirigir hay un límite para la violencia? “Hay un límite que no está establecido, que no es dos piñas más o dos piñas menos; es muy sensorial, y tiene que ver un poco con que no genere rechazo en el espectador”, explica. Para Ciancio, esa violencia debe ser entendida y justificada. “En tanto y en cuanto esté justificado en el desarrollo del personaje lo que va a hacer, tiene permitido ir hacia adelante con la violencia. Es un poco en el diseño del personaje el que va dando la pauta de hasta dónde”.

Eso no está escrito en el guion, que se ocupa de esbozar apenas algunas situaciones de acción, como: “El Pantera pelea con La Bestia, y gana el Pantera de manera espectacular”.
“Cuando hay que recrear esa situación entramos nosotros, yo como director con mi manera de ver las peleas, el actor con lo que puede traer y proponer de acuerdo a sus capacidades físicas y el entendimiento del personaje, y lo vamos delineando”.
Ese es el momento, para el director, donde se juega hasta dónde el personaje puede algo y hasta dónde no.
Algunos análisis esporádicos de los tantos que inundan las redes sociales a veces definen a El marginal y cierta violencia de su contenido de un modo negativo. Ciancio vuelve a aclarar: “La serie es una ficción, producto de la imaginación. El espejo o no espejo que pueda tener con lo que está pasando a nivel nacional con la sociedad, no es una connotación con la que tengamos que estar pendientes nosotros”.
Por supuesto que aclara que son responsables, como comunicadores, de lo que muestran y plantean, pero no es violencia sino algo verosímil dentro de una historia. “El que sólo quiere quedarse con que El marginal es una ficción que muestra gente que se lastima y nada más, está haciendo –a mi entender– una lectura bastante escueta del mundo que se está presentando”.
Y aclara que cada quien puede tener la lectura que quiera. “En mí parecer, aclaro, lo nuestro muestra la esencia de la realidad humana dentro del mundo en el que lo construimos. El anclaje con lo social y con la realidad política del día a día de la Argentina no nos corresponde. Cada uno es libre de hacer la interpretación que quiera y de sentir lo que tenga ganas de sentir”.