Shōgun es una adaptación original del best seller de James Clavell. Esta historia ya se contó en televisión en los años 80 y tuvo un relativo éxito a nivel mundial. Para esta remake, es posible que la idea haya sido añadirle mejores recursos técnicos a una historia que funcionó por lo visceral que puede llegar a ser.
Sea en los 80 o en 2024, la intriga y el deseo de envolverse en esta guerra japonesa, es el mismo. Todo ocurre en tierras niponas, en los años posteriores al 1600.
Con 5 capítulos estrenados, podemos afirmar que se trata de una de las series del año. Se destaca visualmente -a pesar de tener una fotografía oscura- por el hecho de resaltar el misterio y las cuestiones poco conocidas del imperio Japonés del siglo 17. Cada diálogo, cada discusión política y cada batalla, son enredos que finalizan de manera inesperada.
La narrativa presenta un atrapante guion desde la primera escena; cuando vemos a Jhon Blackthorne (Cosmo Jarvis) a bordo de un barco inglés perdido en las costas del pacífico.
Desde allí, con la captura por parte del ejército japonés, vemos al protagonista entrometerse en la política imperial de la época, cuando las coronas europeas (con influencia de la iglesia católica) se disputaban los grandes territorios del globo.
Blackthorne consigue sobrevivir con astucia y con notable desprecio por los sacerdotes colonizadores.
La sensación a lo largo de la serie es que la tensión de los protagonistas está por estallar en cualquier momento. Una especie de guerra fría que desencadenará en una batalla armada con las casas señoriales de la sociedad japonesa.
Tras la muerte del emperador japonés, un consejo de 5 señores feudales regentes entra en conflicto cuando cuatro de ellos, pretenden eliminar a Yoshii Toranaga (Hiroyuki Sanada), querido y carismático líder de una pujante Osaka.
Toranaga será perseguido por sus pares del concejo. El objetivo de este guerrero es, hasta ahora, un misterio.
Blackthorne construirá una relación de confianza y aprendizaje de idioma y costumbres con Lady Mariko (Anna Sawai). Esta aliada es el factor que enlaza el guion al momento de desarrollar el conflicto bélico, las discusiones políticas y la estrategia del personaje principal.
John utiliza su astucia para mantenerse con vida y le brinda a cuentagotas información de la industrializada Londres para obtener beneficios. A su vez, los sacerdotes planean eliminarlo a él. Así, todos quedan a merced de ser objetivos y todos corren riesgos de ser ejecutados. La tensión aumenta al límite en cada capítulo.
La familiaridad con Game of Thrones surge naturalmente de la crueldad de los líderes que intentan obtener el poder a cualquier costo, aunque este sea el exterminio de su población.
En ambos casos, la virtud es la manera en que suceden las escenas que presentan acuerdos políticos y guerras. Aparentemente, Shōgun tiene su final delimitado, por lo tanto quedan 5 episodios para no despegarse del sillón.
