Sexo, drogas y alta costura: Ryan Murphy (Glee, American Horror Story) se pone detrás de Halston, la nueva producción de Netflix que recrea en cinco rutilantes episodios el ascenso y caída de Roy Halston Frowick (Ewan McGregor), conocido por el mundo como “Halston”.
Modista de vanguardia en la Nueva York de la segunda mitad del siglo 20, Halston pasó de ser un niño provinciano de Indiana que inventaba sombreros para su sufrida madre a codearse con la alta sociedad de la época a raíz de su talento para el diseño. Liza Minnelli (Krysta Rodriguez) y Elsa Peretti (Rebecca Dayan) fueron algunas de sus musas más célebres, etiquetadas como las “Halsonettes”, que exhibieron sus prendas sueltas, sintéticas y minimalistas.
Con dirección de Daniel Minahan y basada en el libro Simply Halston, de Steven Gaines, Halston hace también hincapié en los excesos del personaje, que frecuentó el cocainómano Studio 54 en la era disco y se rodeó de prostitutos y amantes excéntricos como el artista venezolano Victor Hugo (Gian Franco Rodríguez), próximo a Andy Warhol. La curva vital de Halston entra en pendiente cuando vende su consabida marca, un arreglo millonario que lo deja a merced de manejos corporativos, y concluye con su muerte a los tempranos 57 años en 1990 a causa del sida.
En su discurrir, la tira muestra las glamorosas andanzas de pasarela del gran diseñador de moda, capaz de reproducir el efervescente espíritu de época con sus sofisticadas creaciones en una tan sagaz como autodestructiva frecuentación de estratos diversos de la sociedad neoyorquina.
Minahan apunta que Halston fue a su modo el primer influencer, un megalómano que hizo de su apellido un imperativo glamoroso a fuerza de estar en boca de todos y de registrar cada uno de sus actos. Su aporte fue entrecruzar lo moderno y lo masivo por intermedio de una familia exclusiva. “Hasta ese entonces la gente no quería ser vista en una fiesta con el mismo vestido. Eso hubiera sido embarazoso. Hasta que apareció Halston con su modelo 704 Ultrasuede y todos deseaban tenerlo. Él creo la idea de la prenda de estatus”, señaló Minahan a Elle.
El realizador y productor venía queriendo concretar este proyecto con su socia Christine Vachon desde hacía más de 20 años, y fue el interés complementario de Murphy –que conocía el guion desde su primera versión– el que lo hizo posible. “Crecí en Indiana rodeado de iglesias y de campos de maíz, y siempre supe de dos personas que habían logrado salir de allí para volverse figuras grandes y glamorosas: una era Florence Henderson, y la otra, Halston. Él fue alguien muy presente en mi mente, la representación de la persona que emerge de un origen humilde y hace algo increíble con su vida. Siempre me inspiró”, le dijo Murphy a Vogue.
“El suyo era el mundo en que yo quería estar. Crecí con muebles coloniales de Sears, pero estaba atento a lo que hacía Halston. Él pregonaba una forma de vida y me resultaba interesante porque su entorno estaba supercontrolado y su creatividad a la vez era caótica. La mezcla de ambas cosas lo hacía fascinante”, sigue.
Y completa: “Halston recurría a las drogas y al sexo como descargas de la presión, de la creación y de la preocupación por las luces apagadas, y nos aseguramos de dramatizar esas cuestiones. Muchos creativos se queman por el sexo, las drogas o el alcohol a causa de la presión. Quisimos ser cuidadosos al representar su experiencia creativa. Uno de los aspectos llamativos fue que su única gran historia de amor fue con Victor Hugo. Él especuló con ir más lejos en la relación hasta que Victor le dejó claro que eso no sucedería. A partir de ahí, Halston se volvió una celebridad descontrolada para la que todo y todos estaban a su entera disposición. Nada bueno podía salir de eso”.
Alma de la fiesta
Dividido entras las noticias en que posa como Halston y las que divulgan su regreso como Obi-Wan Kenobi para la serie homónima de Disney+, McGregor atraviesa un período movido en pandemia. El escocés prácticamente desconocía la estela de su personaje de Netflix, para cuya interpretación aprendió a coser y mantuvo un confidencial diálogo con Liza Minnelli.
Las acusaciones recientes por hacer de gay siendo heterosexual que esgrimió el actor y cantante Billy Porter (Pose) –además de las quejas de la familia Halston por la poca rigurosidad de lo narrado– no hacen mella en McGregor, auténtico corazón de la miniserie streaming.
“No sé por qué no sabía nada de este hombre tan estruendosamente famoso en su momento que dejó su marca en la cultura estadounidense en general, no solamente la moda. Él lo cambió todo”, apuntó el actor de 50 años al sitio Deadline. Y concluyó: “Me fascinó la complejidad de su vida, su lidiar con la fama y con la adicción. Había un montón de aspectos de su personalidad que se me hacían extraordinarios para interpretar, y no me equivoqué. Era una personalidad maravillosa sobre la que aprender”.
Para ver
Los cinco episodios de Halston están disponibles en Netflix.