José María Muscari estuvo en El diario de Mariana y allí, además de hablar de su carrera, habló de sus primeros pasos en el mundo de la paternidad. El año pasado, el director teatral pudo concretar su sueño de ser padre al adoptar a Lucio, un adolescente de 15 años.
“¿Por qué te eligió Lucio?”, quiso saber Mariana Fabbiani, a lo que Muscari respondió: “Es muy loca la respuesta”.
“La primera duda que yo tenía es si él me había elegido por quién soy yo. Ahí me mató el ego porque me dijo que cuando me eligió no sabía quién era”, recordó, entre risas.
“Me googleó después de haberme elegido. La jueza le dijo que yo era director de teatro entonces entró a las redes sociales y cuando vio que tenía medio millón de seguidores se preguntó ‘¿quién es?’ Ahí me conoció”, continuó narrando.
“En realidad la respuesta estricta a por qué me eligió, la que él me dio, es muy poética y hermosa”, destacó José María, visiblemente emocionado.
“Él leyó muchos de los expedientes de las personas que se presentaban, de la preselección que hizo la jueza, porque el protocolo indica que a partir de cierta edad, los chicos forman parte proactiva de la decisión. Dijo que la generalidad de las personas expresaban que querían tener un hijo, y que yo había dicho que quería ser padre. Para él, tener un hijo es una situación de posesión, mientras que querer ser padre es una situación de entrega. Esas fueron sus palabras”, dijo Muscari, feliz y orgulloso de su hijo.
En cuando a qué es para él ser padre, José María reflexionó: “Es un quilombo, hermoso, pero lo es. Con mucha responsabilidad. En esta instancia en donde soy el padre porque así lo elegimos pero también lo estamos construyendo porque uno no es padre de la noche a la mañana”.
“Hace apenas dos meses que estamos juntos, desde que nos elegimos y empezamos a convivir. La verdad es que siento que, ser padre en el caso de una adopción es acompañar y respetar cada día esa vida que ya existe y que es de una manera. Es el mayor desafío. No puedo hacer que Lucio, a partir de ahora, sea otro de que es; él es quien es, y a partir de eso, voy viendo quién soy yo, cómo me ubico, en qué lo puedo ayudar, qué me parece que estaría bueno que modifique de a poco, qué esta bueno que modifique yo”, cerró Muscari.