Una edición más de MasterChef llegó anoche a su final, con toda la emoción y la carga emotiva de siempre: a lo largo de 95 programas, los espectadores se quedan con mucho más que las recetas y todo lo que rodea a la cocina. Aquí la gente termina “enganchándose” con la personalidad, el carisma o la simpatía que transmiten cada de uno de los participantes. Claro, esa elección puede o no coincidir con quienes finalmente llegaron a la final.
En este caso, los contendientes fueron Estefanía Herlein y el mexicano Rodolfo Vera Calderón (que quizás a priori no eran de los favoritos del público como para quedarse con el cetro).
La primera parte de esta final había comenzado el domingo, en un contexto de fiesta particular. El jurado les había pedido un menú de tres pasos en 90 minutos.
Los platos de la final en MasteChef
Estefanía se decidió por una entrada de camarones sobre hojas de endivia y como plato principal eligió salmón blanco marinado con lima y cocinado en finas hierbas; puré de arvejas con palta y unas verduras.
“La razón por la que elegí el plato es porque a mí me gusta lo fresco, el pescado. El hilo conductor en los platos será el verde”, explicó.
Por su lado, Rudy ideó un menú con “tintes mejicanos”: de entrada, una sopa fría de palta; el plato principal fue un chile en nogada; y para el postre optó por tarteletas con dulce de leche.
“Estefanía se podría haber esforzado en su menú”, lanzó picante el periodista especializado en la realeza.
Con una edición electrizante y con tintes de tráiler cinematográfico, la segunda parte de la final comenzó con repaso del camino de ambos hasta la final. “Esta noche fue una locura, corrí, pero me encantó contar con la compañía de mis compañeros y mi pareja”, dijo Tef.
“Si me preguntan qué cosa en tu vida habrías hecho si cambiar nada, es haber estado en MasterChef”, dijo él, admitiendo que había quedado “de cama”.
La devoluciones del jurado en la final
En la devolución de la entrada, Martitegui le dijo a ella: “Un plato fiel a tu estilo, es como una bocanada de verano”, y Betular también lo halagó: “Te podés comer una bandeja con 12 y está todo bien”.
Luego llegó el turno de Rodolfo con su sopa fría de palma alimonada. Betular también aprobó con vehemencia el plato; De Santis ponderó el equilibrio de la entrada y la sutileza de los ingredientes y Martitegui engañó: “Hiciste todo lo que yo no hubiera hecho, me sorprende muchísimo… porque te salió todo muy bien, está muy rico”.
Los principales
Rodolfo presentó un Chile en Nogada con queso de cabra y nuez. “Es un plato clásico de la cocina internacional”, aseguró. Martitegui dijo que tenía una intensidad de sabores muy particular: “No podría decir qué tiene”.
“Tiene 20 ingredientes… tiene carne, pero los otros no se entienden, pero está muy bien”, agregó Betular.
Para Estefi y su pescado, los comentarios del jurado también fueron buenos. “El pescado está bien cocido, súper fresco y coherente con el plato anterior”, dijeron, resaltando la textura del puré especialmente. “Otro buen plato… se pone difícil la cosa”, dijeron.
El postre
Wanda dijo que este iba a ser el plato que definiría quién iba ser el ganador. Estefanía presentó una tarta de lima con crema chantilly, que era sólo la segunda vez en su vida que la hacía. Le destacaron la masa, el relleno y la presentación bien delicada.
Rudy presentó una tarteleta de banana con dulce de leche de cabra, crema pastelera, crema chantilly y almendras. De Santis lo definió como algo “explosivo y sensual”, que parecía empalagoso pero era “una nube sofisticada”. “Te salió muy bien, no puedo decir nada”, dijo Martitegui.
Betular sí le marcó que hubiera puesto la banana adentro y no arriba de la tartaleta. “Nos hacen que la decisión que tenemos que tomar ahora sea muy difícil”.
La definición
“Ahora sí llegó el momento que todos estamos esperando. Jurados los invito a deliberar”, dijo Wanda. Y si bien estuvieron palo a palo, por detalles dijeron que tenían la elección definida. Tras el interminable último corte publicitario (más de 10 minutos) sí llegó la decisión.
Y el gran ganador fue Rudy.
“Se me llena el alma de emoción, un bálsamo al corazón”, dijo mientras se abrazaba con su hermana, su prima y una amiga que lo impulsó a inscribirse en el concurso. “Feliz, feliz, feliz”, resumió el participante.
“Gracias MasterChef, amé ser finalista”, dijo Tef con sonrisa diplomática.
Rudy se quebró en el agradecimiento final: “A este país que me ha dado tanto, y también a México que lo llevo en el corazón”.
Pero el programa, como siempre, no tuvo golpes bajos ni efectistas de más, sino palabras de reconocimientos para todos los que pasaron por ahí.
