Si hiciéramos una encuesta sobre cuánto tiempo pasamos buscando contenido para ver en las plataformas de streaming, quizá nos sorprendería el resultado. Ni hablar si tenemos en cuenta que en la actualidad es común tener más de un servicio, por lo que la indecisión comienza en el momento mismo en que debemos optar por una o por otra.
Cuando por fin decidimos qué plataforma, se vienen los eternos scrolls donde repasamos la lista de pendientes, los estrenos, las recomendaciones, lo más visto, género por género... y así hasta que damos clic en algo al “tun tun”. Porque ya es tarde y sabemos que en breve el sueño nos va a ganar. O simplemente lo que elegimos no tiene lo que necesitamos para permanecer despiertos.
Además, es probable que no retomemos en el futuro ese contenido, dado que pocas veces una elección por cansancio es la más adecuada.
¿Alguien más le dedica tiempo preciado de su día a buscar qué ver? ¿Más tiempo incluso de lo que duraría, por ejemplo, un capítulo de una serie? Al parecer, es muy común que los consumidores se sientan agobiados por tanto contenido. De ahí que Netflix acaba de presentar una nueva función llamada Reproducir algo, que viene a facilitarle el visionado a sus usuarios.
Con esta nueva herramienta la plataforma elige una serie o película que entiende que le puede gustar al espectador en base a sus consumos previos. Si se vuelve a presionar el “botón” Reproducir algo, nos sugerirá una nueva opción.
En definitiva, se trata de un atajo que le delega a Netflix y su algoritmo la elección de qué veremos. Es una variante de lo que ya hace la plataforma en su página de inicio cuando propone títulos relacionados a otros que ya vimos. Por ejemplo, “porque viste Bridgerton”, te sugiere Un lugar para soñar o Grey’s Anatomy (al menos en el perfil de quien escribe). Ahora bien, ¿se condicen esas series o películas con tus gustos?
Puede que los más indecisos encuentren una solución en la flamante función del gigante rojo, pero no deja de ser resultado de un sistema complejo de relaciones que hace una máquina. Eso no quita que funcione, de hecho en ocasiones lo hace, pero al mismo tiempo le quita al espectador la posibilidad de descubrir contenido por sus propios medios en función de sus gustos reales.
Al final de cuentas, el principal encanto de estos servicios radica en la libertad de ver lo que nos gusta, cuando queramos y donde sea. Y esta nueva función, que se suma a otra que Netflix está probando en Francia, acercan a la plataforma a la experiencia de un canal de televisión tradicional.
Vale aclarar que el tiempo que una persona tarda en encontrar qué reproducir no solo tiene que ver con una cuestión de indecisión. También hay una tendencia de los sitios de streaming a mostrar ciertos contenidos que quieren destacar y un poco menos otros que para muchos serían más interesantes. Ese criterio también está presente en el algoritmo que nos sugiere contenido, y no es un detalle menor. Por ejemplo, es posible que las producciones originales de cada plataforma pesen más que aquellas que no lo son.
¿Streaming o TV?
Direct es una función que Netflix está probando en Francia desde hace unos meses y que va por el mismo lado que Reproducir algo. Se trata de un “canal de transmisión en línea con flujo continuo de contenidos disponibles en el catálogo”. Con horarios y todo. Una novedad que sería más una vuelta a las bases de la televisión que una idea nueva y original.
Aunque todavía no se conocen los resultados de la prueba ni está confirmado que Direct se implemente de manera global, se puede detectar una tendencia de la plataforma por acortar los tiempos de búsqueda de sus clientes.
La cuestión es si la respuesta a esa dificultad es un algoritmo o un “canal de transmisión”, o quizá un buscador más afilado para encontrar lo que buscan los usuarios. O una interfaz más generosa y variada a la hora de mostrar el contenido.
También un espacio donde los usuarios puedan recomendar contenidos y comentarlos puede ser una buena opción. Muchos organizamos nuestro visionado en función del boca a boca, las sugerencias de amigos de carne y hueso que saben nuestros gustos (y qué detestamos). La crítica especializada, foros y redes sociales suelen servir también como guía para elegir un contenido puntual que se acerque más a lo que estamos buscando.
Los intentos de Netflix por simplificar la experiencia de sus usuarios son válidos y quizá fundamentales para muchos de ellos. Pero al mismo tiempo, queda la sensación de que le quitan un poco de eso que los espectadores ganamos cuando surgieron este tipo de plataformas: el poder de elegir en función de nuestros gustos qué, cómo y cuándo ver un contenido.
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