Este diciembre terminó The Crown, luego de seis años de enorme éxito. En su capítulo final, se ve a Isabel II planeando su propio funeral, cosas de protocolo. La monarca se permite una muestra de su yo más hondo y le pide a su gaitero una canción adecuada para una ocasión así. El músico le muestra la que más le gusta a él: Sleep, dearie, sleep, una dulce canción tradicional escocesa que, en efecto, el gaitero de la vida real tocó en el funeral de la reina, ocurrido en 2022, dos meses antes del estreno de la penúltima temporada de la serie.
Traducido, el título de la canción sería “Duerme, querido/a, duerme”. Invita a hacer su descanso final a un soldado. Como a él, como a la exreina del Reino Unido después de una vida de trabajo (esté uno o no de acuerdo con la idea de la monarquía), los fans dejamos ahora al equipo de la serie descansar, luego de seis años de deleitarnos.
Un largo camino
The Crown, creada y escrita por Peter Morgan, empezó en 2016 mostrando los años ‘40 y ‘50 del Reino Unido pos Segunda Guerra Mundial. En 1947, la por entonces princesa Isabel contrajo matrimonio con Felipe Mountbatten. En los primeros capítulos, la joven pareja disfrutó de su relación y de formar una familia. Pero muy pronto llegó el fallecimiento de Jorge VI y el ascenso de Isabel al trono.
Los maravillosos Claire Foy y Matt Smith interpretaron a la pareja real en esas dos primeras temporadas. Aunque la serie se destacó por su reparto y logró fidelizar a los fans a pesar del cambio cada dos entregas, y aunque los que vinieron fueron excelentes, ellos dos se convirtieron en la imagen de la serie.
Les siguieron Olivia Colman, Tobias Menzies, Imelda Staunton y Jonathan Pryce. Helena Bonham Carter fue una Margarita adulta. Gillian Anderson dio vida a Margaret Thatcher. Esos fueron algunos de los grandes nombres que pasaron por The Crown. Jóvenes estrellas saltaron a la fama en ella: Vanessa Kirby, joven Margarita; Josh O’Connor y Emma Corrin capturaron miradas como Carlos y Diana en su juventud.
Los intérpretes de The Crown fueron hacedores, en parte, de los muchos premios de la serie. O’Connor y Corrin fueron elegidos mejor actor y actriz en los Golden Globe 2021. La producción fue seleccionada como mejor drama en esa premiación. También se llevó un par de Emmy ese año, entre otros galardones.
Polémicas
La serie se ganó a los fans por su gran calidad en todos sus frentes. También se hizo muy atractiva para los seguidores de la familia Windsor. Sin embargo, logró capturar grandes masas de espectadores sin el más mínimo interés en la monarquía, y contar parte de la historia de Gran Bretaña y el mundo a través de su pantalla.
Claro, hubo polémicas. La serie se basa en hechos históricos, pero ficcionaliza sobre lo que ocurrió en privado: pensamientos, posturas sobre determinados temas, conversaciones, motivos de peleas y crisis. Mucho de eso ayudó a confirmar preconceptos que el público tenía sobre la familia real.
De hecho, a fines de 2020, desde Cultura del Reino Unido pidieron a Netflix que aclare que es ficción. Primero la plataforma se negó, pero en 2022 se incluyó al principio de cada capítulo una leyenda que deja de manifiesto que es ficción.
Incluso se dijo que la propia Isabel aprobaba la serie en términos generales, pero que le había molestado, por ejemplo, que retraten a Felipe como un padre frío con Carlos. ¿Sucedió realmente o son sólo rumores que suman al encanto de The Crown?
Como sea, hasta recientemente la serie tuvo que responder ante las acusaciones. Una de sus investigadoras salió al cruce de Judi Dench, quien, básicamente, los señaló por sensacionalistas.
Así se despidió “The Crown”
Luego de varios capítulos ya cansadores por centrarse excesivamente en Diana, The Crown se retiró a lo grande con la segunda parte de su última temporada, que estrenó el pasado 14 de diciembre.
Hubo un retorno a su espíritu: el corazón de la familia real, incluso ahora fallecida, es Isabel II, y captó tanto a fans de la monarquía como a indiferentes con la historia de la monarca más longeva del Reino Unido. Su persona, que puede parecer sosa o fría por momentos, es infinitamente interesante vista bajo el lente de The Crown. Quien nunca empatizó con las lejanas vidas de los royalties, ricos hasta el cansancio, puede incluso conmoverse con algunos hechos viendo la serie. Imaginados, claro, pero con una sensibilidad e inteligencia destacadas. Es eso por lo que The Crown convence tanto: todo lo que plantea podría haber pasado.
Mientras, Guillermo se abre paso. Se va formando, tras la muerte de Diana, como un digno representante de la monarquía, es un proceso breve en la serie pero muy interesante de ver. Su complicidad con su granny, su abuela, está más que clara a través de pequeños gestos, algunas líneas, y dos o tres escenas claves. Él es su heredero. Carlos nunca tendrá algo que ellos dos comparten.
En tanto, el capítulo dedicado al tiempo final de Margarita permite una actuación destacada por parte de Leslie Manville. Tanto ella como Staunton entregan las que sean quizás sus mejores interpretaciones y ese se convierte en uno de los mejores capítulos de la serie. El toque final a una relación que The Crown nunca dejó de lado, pero que ahora permite entender en toda su profundidad.
La serie, al final, reafirma su espíritu y redondea su visión: Isabel hace mucho tiempo que no es Isabel, sino la reina. Hubo grietas en ese papel, pero casi imperceptibles. Es un buen ejercicio terminarla y volver a ver sus primeros capítulos: los vínculos entre final y comienzo están bien visibles. En la carta que su abuela María de Teck le envía tras la muerte de Jorge VI está la esencia de la historia que cuenta The Crown.
Por las dudas que el paso del tiempo le hayan hecho olvidar eso al espectador, dos simpáticos guiños de la serie vienen a recordarlo: Claire Foy y Olivia Colman aparecen durante algunos minutos en el último episodio.
En suma, podemos ver a Isabel en el último tramo de su vida y a la monarquía pagando pero aprendiendo de sus errores (al parecer) haciendo un esfuerzo más por mantener la tradición pero actualizándose a las épocas, como la feliz unión entre Carlos y Camila.
Así termina The Crown, con la misma dignidad y tranquilidad del trabajo bien hecho de a quien retrata o más bien a quien, a pesar de las críticas, homenajea, y que se va en una escena final conmovedora a pesar de cualquier resistencia, sencilla y gloriosa a la vez.
